Sobre mí
Me llamo Aina March, soy asesora de hábitos alimentarios y nunca me sentí mejor que ahora, tanto a nivel físico como a nivel mental y emocional. Sin embargo, en mi vida hubo épocas muy oscuras en todos esos aspectos.
Nací en Barcelona, aunque me crié en Mallorca. Me fui de la isla a los 18 años y no volví a vivir en ella hasta rozar los 50. Soy licenciada en Filología Francesa y diplomada en Arte Dramático y durante años me dediqué al teatro.
PRIMEROS CAMBIOS DE ALIMENTACIÓN
Al entrar en la treintena, decidí iniciar un cambio de alimentación. No tenía sobrepeso, ni ninguna enfermedad, aunque sí un estado de ánimo inestable y tendencia a la depresión.
Esa búsqueda me llevó a formarme y trabajar en Cuisine et Santé (Saint Gaudens, Francia), un reconocido centro de alimentación macrobiótica. Allí fui jefa de cocina, profesora de los talleres de cocina y traductora simultánea de las conferencias diarias que se realizaban en el establecimiento.
Mi alimentación cambió y una cosa llevó a la otra. Cambió mi profesión, mi lugar de residencia y mi forma de vida. Mis emociones se estabilizaron y nunca más tuve depresión. Y por supuesto, gané una fortaleza física mueva para mí.
Después de mi paso por este centro, me dediqué unos años a impartir cursos y talleres de forma presencial. Pero ya no me sentía tan bien.
NUEVO GIRO EN MI ALIMENTACIÓN
Las señales de que mi dieta, o como la aplicaba, ya no me funcionaban igual fueron en aumento. En otoño de 2023 me diagnosticaron cáncer del cuello de útero. Sabía que ocurría algo, pero aún así la noticia me sacudió. Sin embargo, con ella vinieron grandes aprendizajes y grandes liberaciones.
No quise seguir el protocolo hospitalario: extirpar el útero y, quizá, pasar por quimioterapia y radioterapia. Así que me puse en manos de una profesional excepcional, Loli Curto, que me trató con una dieta terapéutica y 100% personalizada para revertir mi estado de salud.
No fue fácil, la dieta era muy estricta y duró más de un año, a lo largo del cual no había sitio para aquello de “por un día no pasa nada”. Antes del diagnóstico ya había experimentado los retos y beneficios de llevar una alimentación diferente a la mayoría, pero esta vez, tanto unos como otros fueron superlativos.
Durante este período, seguí trabajando, cursé un Máster de Mayeutik Coaching y continué estudiando sobre salud a través de la alimentación bebiendo de diferentes fuentes.
HOY
Todas y cada una de mis formaciones y experiencias con la alimentación conforman lo que hoy en día transmito acompañando a personas que quieren alimentarse de forma adecuada mediante unas pautas flexibles, personalizadas y que es posible mantener a largo plazo.